Aerolíneas Argentinas confirmó el cierre definitivo de su oficina comercial ubicada en 9 de Julio 110, en pleno centro de la capital tucumana. La medida, que también alcanza a otras sucursales del país, responde a un proceso de ajuste impulsado por el gobierno nacional y a la creciente digitalización de sus servicios.

Juan Pablo Armanino, prosecretario del Interior de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), indicó que la sucursal tucumana cerrará sus puertas a fin de mes, al igual que la de Mar del Plata. Luego será el turno de otras sedes en Bariloche y Formosa. “Acaba de salir en el día de ayer: están cerrando las oficinas de Tucumán y Mar del Plata a fin de mes”, confirmó el dirigente gremial.

Desde la empresa estatal argumentan que el 98% de las ventas se realizan actualmente de forma online o telefónica, lo que vuelve innecesario el mantenimiento de tantas oficinas físicas. A partir de junio, sólo quedarán operativas dos agencias en el interior del país: Córdoba y Mendoza. La atención al público se concentrará en canales digitales y en los mostradores dentro de aeropuertos.

Una reestructuración en marcha

La decisión se enmarca en el plan de reducción del déficit de Aerolíneas Argentinas, que impulsa el gobierno del presidente Javier Milei. En los últimos días, ya cerraron las oficinas de Comodoro Rivadavia, Ushuaia y El Calafate, y se prevén más cierres en Salta, Posadas y Trelew.

Desde la compañía explicaron que esta transformación busca modernizar los servicios y optimizar los recursos, adaptándose a una modalidad de atención que ya es preferida por la mayoría de los usuarios.

Tensión con los gremios

En paralelo a estos cambios, Aerolíneas convocó a una asamblea de accionistas para el próximo 29 de abril, donde se tratará nuevamente la expulsión de Pablo Biró, titular del gremio de pilotos APLA, del directorio de la empresa.

Biró había sido elegido en febrero por unanimidad como representante de los trabajadores en el directorio, pero desde Aerolíneas objetan su designación por considerarla “carente de formalidad” y por su supuesto accionar “en perjuicio de la compañía”.

La medida anticipa nuevas tensiones con los sindicatos aeronáuticos, que se mantienen en alerta frente a los recortes y que reclaman un nuevo ajuste salarial para los trabajadores del sector.

Fuente: Contexto