En un contexto de recesión económica y caída generalizada en el consumo masivo, el e-commerce se ha erigido como el único canal de venta que ha mostrado un crecimiento positivo en el mes de septiembre. Según el último informe de Scentia, liderado por Osvaldo del Río, el consumo en este sector experimentó un aumento del 6,8%, en contraposición a las significativas caídas registradas en casi todos los demás canales.

La inflación parece estar desacelerándose y la confianza del consumidor va en aumento, sin embargo, el panorama del consumo masivo continúa siendo desalentador. En septiembre, se reportó una caída general del 19,8% en este segmento, con los autoservicios y supermercados sufriendo descensos del 23,5% y 21,2% respectivamente. 

A su vez, las farmacias registraron una baja del 11,2%, mientras que kioscos y comercios tradicionales vieron descensos aún más pronunciados, con una caída del 16,6%. Los mayoristas, por su parte, se encontraron en la situación más crítica, acumulando una baja del 26,1%. Este desempeño negativo refleja el impacto de la recesión en los canales de venta más tradicionales.

A pesar de estos números preocupantes, el e-commerce se mantiene como un pilar de resiliencia, evidenciando una tendencia que podría ser clave para el futuro del retail. Este canal no solo ha conseguido adaptarse a las condiciones del mercado, sino que también ha aprovechado el cambio en los hábitos de consumo, impulsado en parte por la digitalización y la búsqueda de conveniencia por parte de los consumidores.

El crecimiento del comercio electrónico podría indicar un cambio estructural en la forma en que los consumidores interactúan con los productos y servicios, sugiriendo que las empresas deben considerar la optimización de sus plataformas digitales como una estrategia fundamental para sobrevivir y prosperar en estos tiempos desafiantes.