Zafra: la molienda volvió a la normalidad, pero las heladas hiceron un daño irreversible
Los 14 ingenios volvieron a moler y el progreso de zafra ya alcanza el 35 por ciento. No obstante, las bajas temperaturas afectaron al cultivo y tanto industriales como productores deben adoptar nuevas estrategias, opinó un especialista.
Luego de días de heladas que afectaron notablemente al cultivo de caña de azúcar, la zafra intenta recuperar el fuerte ritmo con el que comenzó una temporada que, antes de las bajas temperaturas, era sumamente prometedora. Los 14 ingenios volvieron a moler con normalidad y el progreso de zafra ya alcanza el 35 por ciento.
Transcurridos 97 días del inicio de la temporada se molieron 7.731.932 toneladas de caña, según datos proporcionados por el Instituto de Azúcar y Alcohol de Tucumán (IPAAT). Respecto de la producción de azúcar, desde la institución señalaron que ya se elaboraron más de 500.000 toneladas y resaltaron que hubo un aumento en el volumen producido de azúcar crudo, que incrementó aproximadamente 200% en relación a la misma fecha de la zafra 2023.
En cuanto a la campaña de alcohol, 10 ingenios están destilando. En total, produjeron 116.966.35 litros en 86 días de actividad.
Las heladas cambian el rumbo de la zafra
El presidente de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), Daniel Ploper, afirmó que, producto de las heladas, “empieza otra zafra”.
Al respecto, explicó: “Venía muy bien hasta los primeros días de julio, que se sucedieron varias jornadas seguidas con heladas. Había buenos rendimientos y ritmos de molienda. Pero indefectiblemente, por las bajas temperaturas, la calidad y cantidad de materia prima va a variar y va requerir que productores e industriales adopten otra forma de actuar”.
Además, advirtió que “las heladas tienen una consecuencia muy grave en lo que es mantener esa calidad a través del tiempo, y va a ser más grave en la medida que aumente la temperatura”.
Posteriormente, indicó que hasta ahora se molió un tercio de la caña disponible y agregó: “Se esperaba que la molienda llegara a noviembre, pero esto va a significar que cuando empiecen los calores se incremente el deterioro”
Finalmente, en diálogo con LV12, opinó: “El daño está hecho, entonces lo que queda es aumentar al máximo el ritmo para procesar toda la materia prima disponible, ya que en la medida que el tiempo pasa los rendimientos bajan abruptamente”.