Tucumán, en la mira de los superalimentos: Oportunidades de negocio para el futuro cercano
La creciente demanda mundial de productos naturales y saludables abre nuevas puertas para los productores tucumanos, quienes cuentan con condiciones ideales para cultivar alimentos clave.
Tucumán, un polo agrícola del noroeste argentino, tiene ante sí una oportunidad clave para posicionarse como productor global de algunos de los superalimentos más demandados en el mundo. Con el crecimiento constante de la población mundial y la creciente preferencia por productos naturales y nutritivos, varios cultivos con alto potencial están ganando protagonismo, y la provincia tucumana cuenta con las condiciones ideales para abastecer estos mercados emergentes.
Según informes recientes, los alimentos saludables que concentran la atención global incluyen la palta, los arándanos, la chía, las nueces y el aceite de oliva, todos productos que ya se producen en Argentina y que presentan un gran potencial de expansión en Tucumán.
Un ejemplo de ello es la palta, que experimentó un crecimiento exponencial en el consumo en Argentina, con una subida de 150 gramos por persona en 2004 a 4 kilos anuales en la actualidad, se encuentra entre los superalimentos más solicitados por los mercados internacionales. Tucumán, junto con Salta y Jujuy, alberga las principales plantaciones de este cultivo, y aunque el mercado local aún satisface solo el 25% de la demanda, la posibilidad de exportar a países con mayor consumo, como Chile y México, abre un abanico de oportunidades para los productores tucumanos.
Por su parte, los arándanos son otro de los productos de gran demanda, especialmente en mercados como Estados Unidos y Europa. Con 15.000 toneladas producidas en Argentina, la calidad y diferenciación se han convertido en factores clave para competir en el mercado global. La región NOA, donde Tucumán es protagonista, cuenta con cerca de 1.400 hectáreas de cultivo, lo que la convierte en una de las principales zonas productivas. La tendencia al alza de los arándanos y su alto valor nutricional posicionan a Tucumán como un referente potencial para la expansión de este superalimento.
Chía: Alternativa saludable con gran potencial
La chía, un cultivo originario de Centroamérica, también tiene grandes posibilidades de expansión en Tucumán, gracias a su adaptabilidad a las condiciones climáticas de la región. Este alimento, rico en ácidos grasos omega-3 y beneficioso para la salud cardiovascular, está siendo objeto de estudios e investigaciones en la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), que buscan maximizar su potencial productivo. A pesar de que la superficie sembrada de chía a nivel nacional es relativamente baja, su cultivo en Tucumán podría ser una alternativa interesante para diversificar la producción agrícola en la provincia.
En tanto que las nueces también representan una oportunidad para Tucumán. Este fruto seco, reconocido por sus beneficios cardiovasculares, ha visto un aumento en su consumo a nivel mundial, convirtiéndose en un snack saludable de gran aceptación. Aunque el cultivo de nueces en Tucumán no está totalmente explotado, las regiones de San Pedro de Colalao y los Valles Calchaquíes, donde las nueces crecen de manera natural, ofrecen un potencial sin desarrollar que podría beneficiar a los productores locales si se apuesta por su comercialización a mayor escala.
Aceite de oliva: Posibilidades de expansión en el NOA
Si bien la producción de aceite de oliva está más concentrada en provincias como Mendoza, San Juan y Catamarca, Tucumán cuenta con condiciones climáticas similares que podrían favorecer el desarrollo de este cultivo. Con casi 100.000 hectáreas cultivadas en todo el país, la producción de aceite de oliva está en constante crecimiento, y Tucumán podría posicionarse como un nuevo polo productor, aprovechando la demanda internacional de este producto de alto valor nutricional.
Este informe denota que el interés global por los superalimentos sigue en aumento, y Tucumán tiene el potencial de convertirse en un proveedor clave de estos productos. Los esfuerzos conjuntos entre productores, investigadores y autoridades provinciales serán fundamentales para impulsar el crecimiento de estos cultivos. Además, una mejora en las infraestructuras logísticas y una mayor inversión en tecnología permitirán a la provincia acceder a nuevos mercados internacionales y potenciar su capacidad productiva.