Tucumán se posiciona como un jugador clave en el mercado de café a nivel nacional e internacional, gracias a la creciente iniciativa de productores locales que apuestan a la caficultura en la región. Más de una veintena de productores tucumanos se han comprometido a desarrollar esta actividad, con el apoyo de entidades público-privadas que buscan consolidar la provincia como un polo de producción de café.

El cultivo de café en Tucumán se caracteriza por ser una actividad que debe desarrollarse en sotobosque, es decir, bajo la cobertura de los bosques nativos. Esta condición es fundamental, ya que los árboles nativos, al conservar sus hojas durante el invierno, protegen a las plantas de café de heladas y de temperaturas extremas. En este entorno, las condiciones son óptimas para la producción, y se estima que alrededor de 8.000 hectáreas en la provincia poseen el potencial para ser aptas para este cultivo.

Por otro lado, el mercado internacional del café ha mostrado un crecimiento sostenido, con un valor proyectado de US$ 325 por tonelada. Además, la demanda interna también sigue en ascenso. Según un informe de La Nación, el consumo de café en Argentina se encuentra en 1 kilogramo por habitante al año, con un costo que varía entre los US$ 8 y US$ 14 por kilo. Estos datos configuran un escenario favorable para el desarrollo de la caficultura local.

Diversificación productiva: ¿Por qué la producción de café presenta una excelente oportunidad para Tucumán?

El contexto económico global muestra que la Argentina importa una cantidad considerable de café. De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en 2024, el país importó 23.343 toneladas de café tostado, grano liofilizado y robusto desde 20 países, entre los que se incluyen grandes productores como Brasil, Colombia, Perú y Costa Rica. Estas importaciones representan un gasto cercano a los US$ 500 millones anuales.

En este contexto, los productores tucumanos se enfrentan a un desafío clave: competir en el mercado global de café y reducir la dependencia de las importaciones. Desde el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP), se estima que la provincia podría abastecer hasta un 30% del consumo nacional de café si la producción local se consolida, lo que podría resultar en una rentabilidad significativa.

Diversificación productiva: ¿Por qué la producción de café presenta una excelente oportunidad para Tucumán?

En cuanto al desarrollo de la industria cafetera en Tucumán, se espera que las primeras cosechas puedan obtenerse a los tres años de la siembra. La provincia tiene el potencial de cultivar entre 8 y 10 variedades de café, con zonas clave de producción que incluyen Tafí Viejo, Yerba Buena, Monteros, Alberdi y Famaillá.

Con estos esfuerzos, Tucumán no solo busca abastecer el mercado interno, sino también convertirse en un exportador competitivo en el creciente mercado mundial del café. La combinación de condiciones naturales favorables, el trabajo conjunto entre productores y organismos oficiales, y el aumento de la demanda, pone a la provincia en una posición estratégica para consolidar esta nueva industria.