Sheraton Tucumán cierra un año lleno de desafíos
El gerente Marcos Gual cuenta cómo hicieron para superar todos los obstáculos que les planteó el 2024.
Desde el octavo piso del hotel Sheraton, la vista del parque 9 de Julio, el principal pulmón verde de la ciudad de San Miguel de Tucumán, es imponente. El paseo se asemeja a un tapiz texturizado y teñido con todos los verdes posibles, que se extiende hasta adueñarse del horizonte, más aún en una tarde nublada como la que eligió el gerente Marcos Gual para recibir a Norte Económico, con la idea de ensayar un balance del año que termina.
La postal relaja, distiende, aleja cualquier idea que se contraponga a la armonía del momento. Por eso es que decidimos apartarnos del cristal y sentarnos en un sillón cómodo, lo suficiente para poder repasar lo que de antemano, sabemos que fue un 2024 muy complejo.
Y el abordaje muestra a un profesional satisfecho de haber podido sacar adelante la gestión de su tercer año al frente del hotel. “Fue muy desafiante, muy complicado. Desde el punto de vista de los números, la recesión se hizo sentir”, admitió Gual.
Luego explicó que, al tratarse de un hotel netamente corporativo, la decisión de las empresas de aplicar restricciones en sus presupuestos, derivando en menos viajes y la elección de alojamientos de menor categoría.
Gastar menos fue claramente la consigna, lo que derivó en una retracción de la demanda para los servicios del Sheraton Tucumán.
Gual, relacionó esta situación con lo que describió como una desventaja: Operar en una provincia en la que el turismo recreacional, a juicio del directivo, aún no está lo suficientemente desarrollado.
“El turismo en Tucumán está en vías de desarrollo. Se ha hecho mucho y se sigue avanzando, pero aún queda mucho camino por recorrer”, sostuvo el gerente.
Diversificación
Los ingresos en declive y los costos en alza, movilizaron la búsqueda de alternativas. Nuevos modelos de negocio que ayudaran a sostener el movimiento.
“A veces estás direccionado a un solo segmento, entonces hay que salir a explorar otro tipo de negocios como por ejemplo, los eventos masivos, las fiestas, algo que no formaba parte de nuestras prioridades. Pero se trataba de sostener la empresa, y se logró con mucho nivel, marcando un concepto diferencial para Tucumán”, resaltó.
Desde este punto, a menos de dos meses de redondear el complejo balance del año en curso, Gual avizora un panorama optimista para el futuro cercano, con la mira en abril de 2025.
¨Para nosotros viene la temporada baja, porque aquí en San Miguel de Tucumán diciembre, enero y febrero tienen esa característica. Por eso avizoro el comienzo de una recuperación hacia marzo o abril”. Lenta, aclara, pero recuperación al fin.
Para celebrar
Pero ese cambio de tendencia que aparece en el horizonte difuso, aún como las siluetas que se desdibujan a medida que se alejan del ventanal que mira al naciente, parece anticiparse cuando el calendario le recuerda a Marcos Gual que, además del repaso de los números, el cierre de 2024 traerá consigo una nueva edición de la fiesta Interempresas, ese gran acierto que se materializó en el primer año de su gestión y que ahora va por su tercera edición.
Bautizada como Sheraton Sunset, se trata de un evento único en su tipo, que convoca a todas las empresas del medio que quieran participar, a unirse en una celebración de Fin de Año, que se desarrolla en los espacios abiertos del hotel, comenzando justo a la hora en que se pone el sol.
La convocatoria es amplia, incluyendo a todas las firmas que decidan sumarse, lo que lógicamente genera mucho interés en las medianas y pequeñas organizaciones, ya que pueden ofrecer a los miembros de su equipo un encuentro mucho más amplio y atractivo, a la vez que brinda una salida simple y efectiva al desafío que representa organizar un evento de esas características.
Dudas y temores
Si bien la economía comienza a emitir las primeras señales de una esperada recuperación, que son las que alimentan el cauto optimismo del gerente de Sheraton Tucumán, hay cuestiones puntuales relacionadas a la actividad que generan incertidumbre y encienden luces de alarma.
La primera tiene que ver con un evento que suele marcar la diferencia para la actividad hotelera de la región, sobre todo en Tucumán.
Se trata del Moto GP, que durante años generó niveles óptimos de ocupación a lo largo de esa semana, generalmente en abril, durante la cual decenas de miles de fanáticos de varios países se movilizan, atraídos por un espectáculo fuera de serie.
La supresión de la fecha argentina en el calendario representó un fuerte golpe para la hotelería tucumana, que respiró aliviada cuando semanas atrás, se anunció que el circuito de Termas de Río Hondo volvería a ocupar un lugar en la agenda de la competencia.
Pero en los últimos días surgieron señales de inquietud. Las agencias que habían apurado los sondeos con los hoteles tucumanos para empezar a armar paquetes, dejaron de responder llamados, en medio de rumores que hablan de un traslado de la carrera, que podría mudarse a Buenos Aires, que como se sabe busca cerrar también la llegada de la Fórmula 1, espectáculo que es organizado por la misma firma que se encarga de montar el circo de las dos ruedas.
Otra de las preocupaciones que desvela al sector hotelero es el avance de lo que no dudan en definir como una competencia desleal. Esto es la oferta de alojamiento informal, especialmente el que se acuerda con la intermediación de aplicaciones desde el celular.
No son pocos los referentes del sector que promueven la aplicación a nivel nacional, de medidas como las que se tomaron en ciudades europeas, que directamente prohibieron las operaciones de este tipo, clausurando los inmuebles involucrados. Postura que, entienden, serviría cuanto menos para que la oferta por esa vía se regule y comience a competir en igualdad de condiciones.