El Banco de Alimentos de Tucumán, presidido por Pablo Grandval, presentó el anuario 2023. A través del documento, desde la organización enumeraron, a través de cifras precisas, lo logros alcanzados el año pasado. Asimismo, destacaron a las entidades colaboradoras y explicaron su mecánica de trabajo.

Durante el mencionado período, el Banco produjo y distribuyó 1.248.200 kilos de alimentos, provenientes de tres fuentes: rescate de alimentos (aquellos que quedan fuera del circuito comercial), donaciones y compras mediante campañas de recaudación de fondos. Del total mencionado, 640.050 kilos fueron alimentos no perecederos; 442.035 correspondieron a frutas y verduras; 105.059 kilos fueron de alimentos refrigerados; mientras que los restantes 62.057 kilos correspondieron a productos no alimenticios. Asimismo, desde la organización destacaron que el 66 por ciento de alimentos tuvo un alto valor nutricional.

A lo largo de todo el 2023, la entidad asistió a 137 organizaciones sociales, lo que implicó un alcance de 48.300 personas. Se trata de organizaciones legalmente reconocidas, las cuales reciben los alimentos del Banco y los entregan a las personas que asisten a ellas. Entre los beneficiarios de la recepción de alimentos figuran escuelas, centros de día y hogares, centros de formación, culturales, centros de jubilados, ONGs, comedores, merenderos y centros comunitarios, ubicados en diez de los 17 departamentos de la provincia de Tucumán.

Respecto de la distribución etaria de los alimentos, el 43 de los receptores son niños entre 0 y 12 años. A ellos les siguen los adultos de 18 a 70 años (38 por ciento); adolescentes de 13 a 17 (14 por ciento); y finalmente adultos de más de 70 años (5 por ciento).

Pero claro, desde el Banco reconocieron que nada hubiera sido como fue, de no haber contado con la ayuda de los 400 donantes de fondos que colaboran día a día permitiendo, en el año 2023, distribuir más de 3.000.000 de platos de comida a las personas más necesitadas.

Cabe recordar que el Banco de Alimentos es una organización sin fines de lucro que trabaja para reducir el hambre, mejorar la nutrición e impedir el desperdicio de alimentos. El mecanismo utilizado consta de dos aristas. Por un lado, el rescate de alimentos que reciben como donación de las industrias alimenticias productores agropecuarios y supermercados (alimentos que salieron del circuito comercial, pero se conservan en un estado apto para ser consumidos). Por el otro, la realización de campañas de donación de fondos para adquirir los alimentos que no se recibieron por donación.