"Para ser polo tecnológico del NOA, hace falta una buena inversión en conectividad a Internet"
Esteban Assaf, directivo del Clúster Tecnológico de Tucumán, se refirió al potencial de la provincia en materia de economía del conocimiento.
Tucumán se destaca por su próspera industria tecnológica a nivel nacional. En una conversación con Norte Económico, Esteban Assaf, Co-Fundador de Explorer Latam VC, el primer fondo de inversión en “startups” del norte, y miembro del Clúster Tecnológico de Tucumán, destacó que Tucumán figura entre las tres provincias con un gran potencial en el ámbito de la economía del conocimiento. A pesar de este logro, para consolidar a la provincia como un auténtico centro tecnológico, es necesario intensificar los esfuerzos en dos áreas clave: la formación de talento y la inversión en conectividad.
“Hace varios años que venimos enfatizando la misma idea: Para lograr una mayor competitividad, es esencial invertir en la formación de talento. Además, la conectividad es un aspecto crucial. Esta industria no necesita inversiones excesivas en parques industriales u otros proyectos costosos; lo que verdaderamente requiere es talento, no un gran espacio físico en la industria verde”, expresó.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de “conectividad”? El empresario señaló que cuando habla de la conectividad se refiere a la capacidad de las personas de disponer de acceso a Internet sin inconvenientes y de alta calidad, especialmente los emprendedores tecnológicos.
“Esto es un problema generalizado en nuestra provincia. Si observamos el mapa de Tucumán, veremos que, aparte del Gran San Miguel de Tucumán y algunas ciudades cercanas, la mayoría del territorio carece de una infraestructura de fibra óptica adecuada, la cual debería estar disponible en todas partes. No tiene sentido formar talentos si luego no pueden conectarse en línea para trabajar desde cualquier lugar”, enfatizó.
Este es un punto esencial en el contexto de la formación de talento. Tal como destacó Assaf, hoy en día cualquier persona, sin importar su edad, puede ser parte de esta industria. “Cuando hablo de la economía del conocimiento, no me refiero solo al software, sino a una amplia gama de áreas, como el marketing digital o la biotecnología, que también abarca este sector”, indicó.
Polo tecnológico
En cuanto al potencial de nuestra provincia en la materia y la posibilidad de transformar la región, explicó que Tucumán está en proceso de convertirse en un auténtico polo tecnológico. “Un ejemplo claro es Mendoza, que estaba por detrás de Tucumán en este aspecto, pero decidió enfocarse en formar más talento y mejorar la competitividad. Esto atrajo a empresas que inicialmente estaban en nuestra provincia, pero que se mudaron allí debido a las oportunidades competitivas que encontraron. Nosotros debemos lograr lo mismo”, afirmó.
“Es fundamental influir en el ámbito educativo y en las futuras generaciones de padres para que comprendan que sus hijos pueden ser más que médicos, abogados o contadores; también pueden ser diseñadores de experiencia de usuario o programadores”, añadió.
Sector pujante
El empresario remarcó la matriz innovadora del tucumano y aseguró que esta es una industria en puja, que en el futuro puede convertirse en uno de los motores económicos de la provincia. “Desde una perspectiva regional, el tucumano muestra un espíritu innovador, pero en gran parte debido a la necesidad. San Miguel de Tucumán es la ciudad más grande en el norte del país, lo que fomenta la creatividad. Además, contamos con dos empresas que son referentes en la enseñanza de la programación: Rolling Code y Global Learning”, aseveró.
“En la actualidad, en el Clúster Tecnológico de Tucumán tenemos casi 50 empresas colaborando. Aunque la industria todavía no tiene un impacto masivo, si observamos los salarios, podemos notar su importancia. El salario inicial en el sector ronda los $300.000 brutos, y a medida que uno gana experiencia, este monto puede llegar a los $780.000 para un trabajador que acumule al menos cinco años”, concluyó.