Pyme: La caída de la industria rozó el 18 por ciento
Según el Índice de Producción Industrial Pym (IPIP), elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el rubro más afectado tanto en la variación interanual como en la variación anual acumulada, fue el de Químicos y plásticos. Desde las empresas encuestadas advirtieron estar produciendo en un entorno donde la demanda insuficiente, los altos costos y las dificultades financieras se combinan para crear un escenario complicado.
De acuerdo al informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la industria Pyme tuvo una caída de 17,8 por ciento interanual en el mes de julio. El resultado surge del Índice de Producción Industrial Pym (IPIP), que indicó también que es el octavo mes consecutivo de caída.
En lo que respecta a los primeros siete meses del año, desde la CAME marcaron un descenso de 18,6 por ciento, comparado con el mismo período del año anterior. Por su parte, en lo correspondiente a la capacidad industrial instalada, se señaló que en julio las Pymes trabajaron a un 60,6 por ciento de su capacidad, mientras que en julio lo hicieron a un 60,1 por ciento.
En cuanto a los motivos de esta situación, desde el sector señalaron a la pérdida del poder adquisitivo del salario como principal causa, ya que, en lo respectivo a precios, aseguraron que hubo una estabilización de los mismos. También, advirtieron que la falta de acceso a financiamiento y los elevados costos operativos complejizan la situación de las Pymes.
En la comparación mensual desestacionalizada la producción bajó 1,8 por ciento. En tanto, se indicó que 19,3 por ciento de las industrias tuvieron dificultades para afrontar el pago de salarios.
De los rubros analizados por CAME (Textiles e indumentaria; Alimentos y bebidas; Madera y muebles; Metal, maquinaria, equipo y material de transporte; Papel e impresiones; y Químicos y plásticos), se desprende que tanto en la variación interanual como en la variación anual acumulada (-5,2 y -3,3 por ciento, respectivamente) Textiles e indumentarias fue el menos afectado; mientras que Químicos y plásticos sufrió la peor caída (-27,5 por ciento en la variación interanual y -26,6 en la anual acumulada) la menos afectada.
Sector por sector, desde la Confederación hicieron los siguientes análisis:
1. Alimentos y bebidas: Registró caídas de 14,9 por ciento anual a precios constantes en julio y de 2,6 por ciento mensual. Las empresas del rubro produjeron ampliamente por debajo de su capacidad, operando a un 61,6 por ciento de su capacidad instalada, lo cual afectó la rentabilidad e implicó mayores esfuerzos en las empresas.
2. Textiles e indumentaria: La producción se retrajo 5,2 por ciento anual en julio; mientras que cayó de 3,3 por ciento en lo que va del año. En el sector, las empresas también operaron por debajo de su capacidad y casi el 25 por ciento mostraron problemas para pagar salarios. En este constexto, ciertas empresas comenzaron a prestar más atención al reciclado de los desperdicios tratando de obtener un mercado adicional. Pero hay menos rotación de prendas en las familias y la industria lo está sintiendo tanto como el comercio.
3. Maderas y muebles: En julio el sector se retrajo 16,9 por ciento anual a precios constantes y 1,5 por ciento en la comparación mensual desestacionalizada. Desde el comienzo de año hasta la fecha, julio la actividad cayó 17,9 por ciento frente a iguales meses del año pasado.
Respecto de la operatividad, el informe destacó que 60,9 por ciento actual estuvo 14 puntos por debajo de los niveles alcanzados en el primer semestre. También mostraron problemas para pagar salarios.
Desde el sector además advirtieron sobre el aumento de los costos de producción, señalando que la caída en el poder adquisitivo de los consumidores redujo el gasto en bienes durables como son los muebles.
4. Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte: Este sector se contrajo 18,2 por ciento anual en julio y 0,5 por ciento en la comparación mensual desestacionalizada. En estos siete meses del año acumula una caída de 21,3 por ciento frente a los mismos meses de 2023. Las industrias operaron al 59,1 por cieno de su capacidad instalada y el 14,6 por ciento de los encuestados tuvo problemas para pagar salarios.
En este rubro, la preocupación se centró en lo relacionado al aumento en el costo de la energía y por la carga impositiva, que se hace pesada en el actual contexto recesivo.
5. Químicos y plásticos: Tal como se menciónó anteriormente, este fue el rubro más afectado. En julio, el sector experimentó una significativa contracción de 27,5 por ciento anual a precios constantes y de 2,2 por ciento en la comparación mensual desestacionalizada. Para los siete meses del año la producción acumula una caída de 26,6 por ciento frente a los mismos meses de 2023. Durante este mes, las industrias operaron con el 60,5 por ciento de su capacidad instalada, mientras que el 19,4 por ciento de las empresas tuvo problemas para pagar salarios.
A su vez, algunas manifestaron dificultades para conseguir insumos y observaron subas de precios significativos para el sector. Las que tienen mercados internacionales reportaron mejores tasas de actividad que el resto. Los sectores vinculados a la construcción estuvieron entre los más golpeados.
6. Papel e impresiones: En este sector, la caída fue de 26,9 por ciento anual a precios constantes, pero mostró un repunte de 0,2 por ciento en la comparación mensual desestacionalizada. Es el único sector que creció en el mes. En los siete meses del año el sector acumula una caída de 21,2 por ciento frente a los mismos meses del año pasado.
Las empresas operaron con el 62,8 por ciento de su capacidad instalada y el 13,7 por ciento tuvo problemas para pagar salarios en el mes de julio. Asimismo, el sector enfrenta una disminución estructural por la creciente digitalización. Con más consumidores y empresas optando por soluciones digitales en lugar de impresiones físicas, la demanda de papel y productos impresos viene disminuyendo sustancialmente.
El análisis alcanzó a 414 Pymes a nivel federal, las cuales aseguraron estar produciendo en un entorno donde la demanda insuficiente, los altos costos y las dificultades financieras se combinan para crear un escenario complicado. En este contexto, 39,3 por ciento de los encuestados señalaron a la falta de ventas como principal obstáculo, mientras que el 37,2 por ciento se refirió a los altos costos de producción y logísticos. Finalmente, el 12,2 por ciento hizo hincapié en la falta de acceso al financiamiento; mientras que otro 5,9 por ciento señaló a los problemas de cobranza.