"El sinceramiento cambiario abre expectativas favorables para el azúcar y el biocombustible de Tucumán"
El empresario Sebastián Budeguer, CEO del ingenio Leales, analizó la zafra de 2023 y proyectó el escenario que viene para el sector sucroalcoholero.
El balance de la zafra de 2023 fue positivo para el sector sucroalcoholero de Tucumán, en términos de producción, pese a la sequía que se extiende desde hace tres años en la región. Esta reflexión formuló el CEO del ingenio Leales, Sebastián Budeguer. El empresario remarcó -en diálogo con Norte Económico- que, inicialmente, el año se presentaba desafiante para el sector, pero las lluvias tardías, registradas en la segunda etapa de la zafra, permitieron el crecimiento de la caña de azúcar. A este factor se sumó, según el directivo, la estabilidad del precio del azúcar y la demanda sostenida en el mercado interno.
"La sequía preocupó a los productores en el comienzo de la campaña. Sin embargo, gracias al trabajo de selección de las variedades de la caña de azúcar, que lleva adelante la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC), se pudo concretar una zafra favorable. La caña reaccionó y permitió recuperar el terreno perdido", comentó el directivo del Grupo Budeguer.
El crecimiento de la caña registrado en el final de la temporada generó alivio a los productores y a los industriales, pero provocó una baja en el rendimiento, recalcó el empresario. "Muchos ingenios decidieron empezar temprano la zafra. Entonces, la caña todavía crecía en lugar de concentrar azúcar. Este factor encendió las alertas. Sin embargo, las lluvias tardías permitieron aumentar la cantidad de caña para la molienda, en comparación a la zafra de 2022", observó.
Por otro lado, Budeguer también puso énfasis en la ventaja de no haber sufrido heladas en los campos de caña de azúcar. "Esto permitió que, en la segunda mitad de la zafra, mejoraran los rendimientos de la caña. Por todos estos elementos, desde el punto de vista productivo, el sector terminó con una buena zafra", insistió.
El empresario aclaró que el volumen de caña molida bruta aún está por debajo de los máximos históricos. "Sin contar los últimos tres años, estamos por debajo de los 16 millones de toneladas que es el promedio de Tucumán. Todavía tenemos margen para seguir creciendo", señaló. Sobre este punto, el Instituto de Promoción del Azúcar y el Alcohol de Tucumán (IPAAT) informó, recientemente, que la zafra de 2023 finalizó con un total de 15.372.077 toneladas de caña molida bruta.
Expectativas para 2024
Budeguer sostuvo que el mercado interno registró este año "una demanda positiva, con un buen precio". Este factor también tuvo incidencia para que el sector cerrara una zafra favorable. En relación a la dinámica del mercado externo, el productor manifestó que el incremento del dólar oficial a $ 800, dispuesto por el Gobierno Nacional que encabeza el presidente Javier Milei, abre expectativas para potenciar en 2024 las exportaciones de azúcar y de biocombustibles a base de caña de azúcar.
"El atraso del tipo de cambio y de los precios de los biocombustibles dejaron al mercado externo un poco fuera del radar. Con este sinceramiento del tipo de cambio y de las variables económicas se abren, para el año que viene, buenas expectativas para las exportaciones de azúcar y de biocombustibles. En un mundo demandante de productos, la Argentina, y Tucumán en particular, tienen una oportunidad muy valiosa", reflexionó Budeguer.
Sobre la posibilidad de que se incremente del 12% al 15% la mezcla de biocombustibles con las naftas, Budeguer se mostró optimista. "La Argentina no tiene más capacidad de producción de combustibles fósiles. Con lo cual importa una gran cantidad de estos productos. Esto provoca pérdida de divisas y el consecuente impacto ambiental. Por lo tanto, es necesario avanzar no sólo al 15%, sino al 27% o al 30% como ocurre en Brasil. No hay limitaciones tecnológicas para que los vehículos funcionen con bioetanol. Es una necesidad que el mercado está demandando", concluyó el directivo.