En un contexto económico cada vez más desafiante, la Cámara Argentina de Internet (CABASE) reveló datos alarmantes sobre el estado de la conectividad en el país. Según el último informe del CABASE Internet Index, el 67,5% de los hogares argentinos tomó medidas para reducir el costo de su servicio de internet fijo, y el 65,3% ha hecho lo mismo con su servicio de TV paga. 

El estudio indica que muchos usuarios buscaron acuerdos con sus proveedores para obtener descuentos, mientras que otros optaron por cambiar a proveedores más económicos. 

Conectividad: Por la crisis, los usuarios hacen recortes pero mantienen los servicios de internet y TV paga

Una de las conclusiones más destacadas del informe es que, gracias a estas medidas paliativas, los pedidos de baja definitiva de los servicios fueron  mínimos. Solo el 1,2% de los usuarios de telefonía fija, el 1,9% de los usuarios de internet fijo y el 3% de los usuarios de telefonía móvil y TV paga optaron por cancelar sus servicios. 

Sin embargo, el panorama es diferente para los servicios de streaming, donde el 10% de los usuarios ha decidido cancelar sus suscripciones. En cuanto a las medidas específicas tomadas por los usuarios de internet fijo, el 44% logró obtener descuentos solicitando la baja, mientras que el 10,1% ha cambiado de proveedor. 

Por otro lado, un 45,9% aún no ha decidido qué medida tomar. Para la telefonía móvil, en tanto, el 52,2% de los usuarios obtuvo descuentos tras solicitar la baja, y el 17,8% se cambió a una compañía más económica.

Conectividad: Por la crisis, los usuarios hacen recortes pero mantienen los servicios de internet y TV paga

Finalmente, el estudio también destaca que el costo promedio del servicio de internet fijo en Argentina es de $20.035, lo que representa alrededor del 4% de los ingresos promedio por hogar. 

Esta cifra no solo es significativa en comparación con los objetivos internacionales de accesibilidad, sino que también muestra un retroceso respecto a la medición anterior, realizada en septiembre del año pasado, cuando el costo promedio equivalía al 3% de los ingresos del hogar.