El fin de semana extralargo de Carnaval reafirmó su importancia como motor económico del turismo en Argentina, con 2,8 millones de personas movilizándose por el país y un impacto económico de $701.064 millones. Tucumán no fue la excepción, aunque con una dinámica particular que se vio reflejada en una baja afluencia en la capital y un marcado traslado de residentes hacia destinos internos y provincias vecinas.

Según el informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el gasto promedio diario a nivel nacional alcanzó los $89.167, con un incremento real del 33,8% respecto a 2024. La estadía promedio se situó en 2,8 días, lo que confirma una tendencia de viajes cortos pero con alta incidencia económica.

En el caso de Tucumán, San Miguel de Tucumán experimentó una notable disminución en la cantidad de turistas, ya que muchos residentes optaron por trasladarse a Tafí del Valle, un destino tradicionalmente elegido en esta época, o incluso hacia Jujuy, donde Tilcara y Purmamarca concentraron una gran concurrencia debido a sus carnavales de renombre.

Eventos y dinamización local

A pesar del bajo flujo de visitantes en la capital, las actividades organizadas en distintas localidades de Tucumán lograron mantener en movimiento la economía local. La Plaza Independencia en San Miguel de Tucumán fue escenario de presentaciones de comparsas y artistas locales, mientras que en Simoca los Corsos Nacionales ofrecieron un espectáculo vibrante con la participación de agrupaciones de toda la región.

En Famaillá, el Corso Internacional destacó por atraer a murgas y comparsas de distintas provincias y también de países vecinos, consolidando su reputación como uno de los eventos más importantes del período festivo. En tanto, El Cadillal propuso una alternativa distinta con el "Carnaval de la Familia", que combinó espectáculos al aire libre con actividades recreativas en la Playa del Dique, favoreciendo el turismo interno.

Impacto en los sectores productivos

El turismo carnavalero representó un empuje clave para sectores como la gastronomía, la hotelería y el transporte en Tucumán. Aunque la capital no captó un alto flujo de visitantes, la alta demanda en destinos como Tafí del Valle aseguró una ocupación hotelera significativa y un incremento en el consumo en comercios y restaurantes.

Los operadores turísticos destacaron la preferencia por escapadas cortas con alto gasto en experiencias gastronómicas y culturales. Esta tendencia favoreció la actividad en establecimientos de comida regional y en ferias artesanales, donde el turismo interno sostuvo la demanda de productos locales.

Proyección y desafíos

El fin de semana largo de Carnaval ratificó el potencial de Tucumán como destino turístico, aunque también evidenció la necesidad de fortalecer la oferta en San Miguel de Tucumán para retener mayor cantidad de visitantes. La migración de turistas hacia provincias vecinas plantea un desafío para las autoridades y el sector privado en la búsqueda de estrategias que fomenten el turismo urbano durante estos feriados clave.