Una de las principales preocupaciones de las empresas cuando se disponen a exportar frutas o verduras, ya sea en barco o en avión, es que los productos lleguen en buenas condiciones a las manos de los compradores internacionales. La firma tucumana NAT4Bio, dedicada al desarrollo biotecnológico, creó una solución orgánica que retarda la maduración de los alimentos mediante un recubrimiento que producen microorganismos.

En diálogo con Norte Económico, el biotecnólogo tucumano Leandro Sánchez, co-fundador de NAT4Bio, comentó que la startup surgió hace dos años, a partir de una serie de trabajos sobre fungicidas orgánicos que desarrolló como investigador adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Con el proyecto aún en su fase inicial, Sánchez lo presentó en una convocatoria de la firma Gridx, que se dedica a potenciar empresas científicas. Allí conoció al emprendedor Joaquín Fisch, quien se convirtió en socio de la startup, para ocuparse de la parte comercial.

Luego de una mentoría de cuatro meses, Gridx decidió invertir USD 250.000 para impulsar el desarrollo del producto. "Después de esta experiencia participamos en otra convocatoria, esta vez de la aceleradora IndieBio, en Estados Unidos. También fuimos elegidos para recibir una inversión que nos permitió potenciar el producto", recuerda el doctor en Ciencias Biológicas.

Tras obtener el capital necesario para impulsar el negocio, los emprendedores retornaron a Tucumán para instalarse en los laboratorios de la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI) que pertenece al CONICET. Allí comenzaron a armar el equipo de trabajo que integran cinco expertos en química, en biotecnología y en agronomía.

Una empresa tucumana creó una solución biotecnológica para conservar las frutas durante la exportación

Solución para industrias tucumanas
El producto que desarrolló NAT4BIO es una solución biotecnológica para la post cosecha de cítricos tucumanos, que consiste en una formulación orgánica y líquida que se aplica sobre la fruta. "Cuando se seca es imperceptible. Se forma una película que recubre al cítrico y que se obtiene de los metabolitos que producen microorganismos vivos", explica Sánchez.

Este recubrimiento que se aplica sobre la fruta -afirma el fundador de NAT4BIO, contiene un fungicida orgánico que se libera lentamente sobre el producto. De este modo, cuando los limones viajan muchos días en barco a Europa o a Estados Unidos se mantienen protegidos hasta llegar al destino. Esta lámina natural, además, permite que la fruta no pierda agua, con lo cual mantiene su peso original. Entonces también reemplaza a la cera que se utiliza actualmente para evitar que la fruta pierda agua", remarca el especialista.

Esta solución orgánica para prolongar la maduración del limón también puede utilizarse en otros cultivos que se desarrollan en Tucumán como la palta y arándano. "También hicimos ensayos con otras frutas que no se producen en la provincia como peras. Durante este año, tenemos el proyecto de ofrecer nuestro producto en otros cultivos como banana y mango que se producen en el norte y en países vecinos como Brasil", concluye Sánchez.